En la Cámara de Diputados, la discusión de la reforma constitucional sobre prisión preventiva oficiosa dividió por completo a la oposición y también provocó un nuevo conato de bronca en la Tribuna.
El nivel de confrontación llegó a los manotazos y empujones entre legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) y del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).
Parte de los panistas subieron a Tribuna a reclamar las decisiones de la presidenta en turno de la Mesa Directiva, Dolores Padierna.
Le exigieron abrir el tablero para aclarar el voto sobre la reserva presentada por la diputada de MORENA, Lorena Villavicencio, que compartió la opinión respecto a lo regresivo de la prisión preventiva oficiosa.
La guerra de gritos y señalamientos dejó escuchar exigencias de “democracia”, por parte de los panistas, que ante la atropellada conducción de la diputada Padierna Luna, pidieron a voz en cuello la presencia del presidente de la Mesa Directiva, Porfirio Muñoz.
“¡Porfirio, Porfirio!”, corearon sin obtener respuesta.
Molesta, Padierna Luna les recriminó que le gritan en particular a ella, por ser mujer.
Los morenistas reviraron. Para denostar a sus contrarios se lanzaron al grito de “¡minoría, minoría!”.
Producto del encontronazo en la Tribuna de San Lázaro, donde hombro a hombro y a empujones se disputaron el lugar y el uso del micrófono, MORENA acusó agresión física a dos de sus compañeras, las diputadas Karla Almazán y Beatriz Robles.
Al argumentar a favor y en contra de ampliar a nueve delitos la lista de la prisión preventiva oficiosa, también hubo reparto de acusaciones.
Quienes defendieron el proyecto, que a final quedó igual que en el Senado de la República, inculparon a los opositores de no querer poner freno a la criminalidad.
Al respaldar la reforma, aseveraron que no viola derechos, no afecta el debido proceso, no es permanente porque en cinco años será evaluada y las audiencias públicas convocadas para un análisis previo no fueron simulación.
En contraparte, la mitad de la oposición que rechazó el proyecto, subrayó que se trata de un retroceso porque provocará más encarcelamientos injustificados, no resolverá la problemática de delito e impunidad que vive el país, violenta derechos humanos, contraviene tratados internacionales y para justificarla, se “utilizó” a los expertos y representantes de organismos nacionales e internacionales invitados a audiencias en San Lázaro.
La vicecoordinadora en funciones de coordinadora del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Verónica Juárez, advirtió que sujeta los derechos humanos al cumplimiento de promesas de campaña del Presidente de la República. Es una “salida falsa” que no inhibirá el delito, alertó.
La diputada del Partido Revolucionario Institucional (PRI), María Alemán, lamentó que la mayoría haya convertido en “una payasada”, las audiencias públicas previas.
Recomendó a la mayoría aprender la lección del PRI y entender que en su momento, pagarán por las consecuencias de sus decisiones.
Su compañera, Claudia Pastor, afirmó que el priísmo está a favor de combatir la impunidad y el delito, pero contra las soluciones “mágicas”. “No nos escuchan, no quieren entender razones, la historia se los reclamará”, recalcó.
El coordinador panista, Juan Carlos Romero, detalló que los líderes parlamentarios estuvieron a punto de llegar a un acuerdo para mejorar la reforma, pero el “manotazo” del Presidente de la República dio al traste al esfuerzo.
Se analizaba una “tercera vía”, para ampliar el catálogo de prisión preventiva oficiosa, obligando a fiscales y Ministerios Públicos a investigar los delitos, para que fueran los jueces quienes determinaran si se concede o no la medida cautelar, pero “el manotazo” presidencial lo impidió, dijo.
La diputada de Movimiento Ciudadano (MC), Martha Tagle, catalogó la reforma como “una simulación más de la Cuarta Transformación” y una “necedad” del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Es un mejoralito” para un enfermo grave, es un “arma” que puede ser utilizada para “fabricar culpables” y emprender persecuciones políticas alertó el diputado panista Jorge Arturo Espadas, que al final votó a favor.
La prisión preventiva oficiosa, que en más de una década de existencia “no ha servido de nada”, es meter a la cárcel a la persona mientras se desarrolla el proceso, atajó la vicepresidenta de la Cámara y diputada priísta, Dulce María Sauri.
Al lanzar una advertencia traducida en el dicho “como te ves, me vi; y como me ves, te verás”, Sauri Riancho dijo a la mayoría que si la reforma no funciona, seguramente culpará a gobiernos anteriores por las “ruinas y el cochinero” en el país. Pero, insistió, tarde o temprano rendirán cuentas por una ley inservible, vaticinó.
Se está legislando al “capricho” del Presidente, agregó la panista Adriana Dávila.
Al plantear un discurso en términos evolucionistas y explicar las diferencias entre el Homo erectus y el Homo sapiens, el panista Éctor Jaime Ramírez, llamó a sus “compañeros primates” a comprender las consecuencias de la prisión preventiva oficiosa y ser como el segundo espécimen.
A las críticas se sumó la diputada de MORENA, Lorena Villavicencio, al afirmar que los ciudadanos quieren justicia real, no virtual.
Se demanda una ley que no genere más injusticias pero la prisión preventiva oficiosa, remarcó, no resolverá el problema, viola la presunción de inocencia, afecta la independencia judicial y vulnera derechos humanos, recriminó.
Esa postura generó aplausos y felicitaciones de panistas, priístas, perredistas y diputados del MC, quienes ovacionaron a la diputada Villavicencio Ayala.
Este mecanismo pone “primero a los pobres, sí, pero en la cárcel”, añadió la diputada sin partido, Ana Lucía Riojas.
En contraparte, el diputado del Partido del Trabajo (PT) Benjamín Robles, aseguró que quienes deben preocuparse por las nuevas disposiciones deben ser los huachicoleros, gobernantes corruptos y quienes intenten “robar” elecciones, entre otros delincuentes.
La diputada morenista, Claudia Pérez Rodríguez aseveró que no se trata de una “pena adelantada”, busca impedir que un presunto delincuente no evada la justicia o ponga en peligro a las víctimas y la sociedad.
Quienes se oponen, largó, están contra la tranquilidad de las personas.
No es “populismo punitivo”, responde a las exigencias de justicia y de sanción ejemplar a los delincuentes, agregó el diputado de MORENA, Rubén Terán, quien presentó una reserva pactada, para dejar el proyecto tal y como lo habían aprobado los senadores.