Caracas.- El líder opositor y jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, abrió el martes un nuevo frente contra el presidente Nicolás Maduro, al lograr el respaldo de algunas de las principales centrales sindicales de empleados públicos.
“La presión apenas empieza”, afirmó Guaidó al anunciar, tras una reunión de más de dos horas con los dirigentes de cinco centrales que agrupan a más de 600 sindicatos, que los empleados públicos se sumarán a las acciones de presión contra el gobierno realizando paros escalonados que serán convocados en los próximos días.
Aunque dentro del sector público _integrado por unos tres millones de trabajadores_ existe gran descontento por la compleja situación económica y social que enfrenta Venezuela, hasta la fecha no se habían pronunciado sobre la crisis política.
“Depende del pueblo de Venezuela salir de esta dictadura, y lo vamos a lograr”, dijo el dirigente opositor ante varias decenas de trabajadores, reunidos en uno de los patios cubiertos de un club del Colegio de Ingenieros, en el centro de la ciudad, que al grito de ”!Si se puede!” celebraron la convocatoria a paros escalonados.
Guaidó, quien se declaró presidente encargado y cuenta con el respaldo de medio centenar de países, alentó a todos los empleados públicos a sumarse al movimiento opositor asegurándoles que promoverá en la Asamblea Nacional _ que controla la oposición _ una ley de garantías para protegerlos de cualquier acción del gobierno.
El jefe de la Asamblea Nacional regresó la víspera al país sin ningún tipo de problema a través del aeropuerto internacional Simón Bolívar luego de una gira que realizó por más de una semana por Colombia, Brasil, Paraguay, Argentina y Ecuador.
Embajadores y encargados de negocios de Alemania, Chile, Estados Unidos, Rumania, Francia, España y Portugal, entre otros, acudieron al aeropuerto para recibir y velar por la seguridad del líder opositor de 35 años.
El retorno de Guaidó generó gran expectativa debido a que existían amenazas de que fuera sancionado o detenido tras incumplir una orden del Tribunal Supremo de Justicia le que prohibió la salida del país y congeló sus cuentas bancarias y activos mientras enfrenta un proceso que le abrió a finales de enero la Fiscalía General por unos hechos violentos que hasta la fecha no han sido precisados.
El presidente del Congreso desestimó el martes el proceso judicial que enfrenta y dijo en conferencia de prensa que de ser detenido eso podría acelerar la salida de Maduro.
Al ser preguntado sobre el silencio que ha mantenido el gobierno tras su regreso al país, el dirigente respondió que las autoridades no han emitido comentarios porque “están tan hundidos en contradicciones”.
El presidente de la encuestadora local Datanálisis, Luis Vicente León, atribuyó la decisión del gobierno de no detener al Guaidó a la “presión”, especialmente externa, que se dio en defensa del opositor, y dijo en su cuenta de Twitter que esa acción podría indicar el “inicio de una negociación, local e internacional”.