Ciudad de México.- La consejera presidenta del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Teresa Bracho, solicitó al presidente Andrés Manuel López Obrador aceptar un diálogo directo y transparente con los integrantes de dicho instituto antes de que el Poder Legislativo apruebe la propuesta para su desaparición, dentro de la Reforma Educativa que se analiza.
El objetivo es que el Ejecutivo federal conozca la verdadera función y el trabajo técnico de dicho instituto, pues al momento, su percepción se basa en “mitos creados por la CNTE”.
En entrevista con Excélsior, Bracho González señaló que para que en nuestro país se siga combatiendo el rezago educativo es imperativo que exista un órgano autónomo que con su evaluación ayude a mejorar la educación obligatoria para los niños y jóvenes.
Agregó que independientemente de cómo se llame, este organismo debe conservar su autonomía para que tenga la capacidad técnica del verdadero estado de sus políticas educativas, sin presiones de ningún sector del magisterio y, a su vez, seguir impulsando un combate frontal contra la corrupción.
“A López Obrador se le generó una narrativa de que el INEE es un instrumento que se utiliza para dañar al magisterio. Esta narrativa es hecha por parte de un grupo de docentes que se oponía radicalmente a la evaluación, aunque no significa que todos los maestros piensen de la misma manera.
“Es la CNTE la que no quería, ni quiere la evaluación porque tenía el control de las plazas que, a su vez, le daba un poder importante sobre los propios maestros.
“Entonces, en el momento en que ese discurso y esa narrativa prevaleció, pues fue la que escuchó el Presidente, desde que era candidato, sin hacer un análisis del trabajo del INEE.
“Por esta situación hemos solicitado ya varias reuniones para explicarle y demostrarle el trabajo que hacemos, pero al momento no hemos tenido ninguna respuesta”, señaló.
Bracho añadió que para evitar regresar a la época del “oscurantismo” que ya vivió México es necesario que prevalezcan los órganos constitucionales autónomos, los cuales fueron creados para terminar con la captura política de los resultados de los programas de gobierno, ya que está comprobado históricamente que si el propio Ejecutivo se evalúa, dicha evaluación no tendrá objetividad.
Enfatizó, además, que este retroceso democrático que sufriría el país con la cooptación de los órganos autónomos impactaría, en mayor medida, a las poblaciones más vulnerables, pues al no conocer la realidad que padecen no habría ni programas ni recursos orientados a elevar su calidad de vida.
“Para que se entienda la importancia del INEE —antes de su creación— hay que recordar que ya desde los años 90 existía la evaluación, pero ésta era realizada por la SEP.
“Entonces, si a la SEP no le gustaban los resultados, los guardaban en una caja fuerte o los quemaban, entonces nadie se enteraba de los verdaderos resultados de la evaluación educativa.
“Ante esta situación, a principios de 2000 surgió el INEE para poder tener la capacidad de realizar una evaluación de la educación en el país con independencia.
Para hacer públicos los resultados y atender el problema, aunque lo que se descubriera, fuera del gusto o no del Presidente o del secretario en turno.