Villa de Arista, SLP.- A 20 minutos de la cabecera municipal se encuentra «Rincón de Leijas”.
Es una comunidad asentada en Villa de Arista pero en ella, hay 80 comuneros que en los últimos 60 años, han peleado de frente y en los tribunales, para evitar el despojo de sus tierras.
Una empresa más extrajo 300 camiones de piedras a chaleco.
Conservan como el mayor tesoro, las escrituras que datan del año 1700… Es su herencia, su patrimonio, son sus tierras.
Desde hace algunas décadas, las zonas ejidales de la entidad se han convertido en el blanco de empresarios y políticos; «Rincón de Leijas” no es la excepción.
Aquí, han vivido presiones, despojos, maltrato e injusticias muchos de los comuneros.
El tono de voz de Don Delfino Contreras, lo dice todo: “Ya, ya por favor, ya es mucho batallar”. No son palabras para declarar la rendición, son para gritarle al Estado y a la Federación que frenen la ambición de la clase política.
Gobiernos llegan; gobiernos se van… Y aunque están cansados de las batallas, no se dan por vencidos.
Buscan asesoría, apoyo, invierten el poco dinero para evitar más invasiones y destrucción en las 6 mil hectáreas que aún les pertenecen.
Supuestos pequeños propietarios ya les arrebataron 3 mil; arriban, cercan espacios, y en un «abrir y cerrar de ojos», les impiden el paso a sus tierras, relataron.
Don Delfino Contreras, ya camina con bastón, su piel resintió el pasar del tiempo y aunque se mantiene erguido, sus pasos cada vez son más lentos.
Hoy lo que único que súplica es que «Dios toque el corazón de las autoridades, para que los atiendan».
En entrevista, Don Delfino detalló, que los títulos primordiales originales, se encuentran resguardados en el Archivo Histórico de la Nación y amparan 10 mil hectáreas, que tras la Reforma Agraria, se redujeron a 6 mil 114. Ahí siembran maíz y frijol y crían sus animales; vacas y ovejas.
Hace poco más de dos meses, la empresa «Salsipuedes» inició con la construcción de una planta de energía solar, apropiándose de 80 hectáreas. Y tiempo atrás, compañías de desconocida procedencia extrajeron al menos 300 camiones de piedra en uno de los espacios privilegiados que poseen.
Silvestre Hernández Leija, Presidente del consejo de Vigilancia de Bienes Comunales, aseguró que desde 1959, ha sido una pelea interminable y pese a que han ganado amparos, «eso solo se queda en papel, cada vez nos quitan más y más herencia».
«Han generado hasta disputas entre nosotros, las autoridades no nos apoyan, son años de esperar una respuesta, solo que delimiten, lo que es de nosotros, que nos lo otorguen. Queremos que nos atiendan».