Caracas.- El líder opositor Juan Guaidó fue inhabilitado el jueves para participar en elecciones y ejercer cargos públicos en Venezuela por 15 años por la supuesta falsificación de datos en su declaración patrimonial y por recibir dinero del exterior sin justificación.
En declaraciones difundidas por la televisora estatal, el titular de la Contraloría General, Elvis Amoroso, dijo que una investigación determinó “inconsistencia en los bienes indicados en su declaración jurada de patrimonio y los ingresos que le ha correspondido percibir como diputado a la Asamblea Nacional, así como los gastos exagerados y excesivos en su modo de vida que no se corresponden con los que puede financiar un funcionario diputado”.
Amoroso, cercano a Nicolás Maduro y miembro de la oficialista Asamblea Constituyente, agregó que la Contraloría continuará investigando y pidió al Ministerio Público y órganos del Estado sumarse a la indagación.
La Contraloría General se encarga de la revisión de la gestión de todos los organismos estatales y funcionarios públicos.
Amoroso agregó que Guaidó, desde que fue electo diputado en 2015, ha realizado 90 viajes internacionales por un monto estimado en unos 94.000 dólares sin dejar constancia del origen lícito de esos fondos. El contralor no precisó cuándo empezaría la inhabilitación ni reveló el monto de una multa que anunció le será impuesta a Guaidó, pero sí agregó una acusación más: usurpar funciones públicas y cometer “acciones con gobiernos extranjeros que perjudican al pueblo de Venezuela y su patrimonio”.
Guaidó se declaró presidente interno el 23 de enero argumentando que la reelección de Maduro fue fraudulenta. Éste alega que Guaidó forma parte de un complot dirigido por Washington para derrocarlo.
El líder opositor –reconocido por Estados Unidos y más de 50 países– desestimó la decisión de la Contraloría. Amoroso fue designado por la Asamblea Constituyente, considerada también ilegitima tanto por la oposición como por más de cinco decenas de países.
Amoroso “no es contralor… no hay inhabilitación, lo que hay es un pueblo determinado a recuperar su libertad”, dijo Guaidó durante un encuentro con expertos en el Colegio de Ingenieros de Venezuela y resaltó que la Asamblea Nacional es la única que puede designar un contralor.
Sin embargo, ese órgano que está en manos de la oposición fue despojada de sus competencias por el Tribunal Supremo de Justicia, controlado por el oficialismo.
El líder opositor pidió la víspera a los venezolanos mantenerse movilizados a pesar de los apagones y los convocó a concentrarse el sábado en las calles para protestar por las fallas eléctricas.
Guaidó realizó en febrero una gira por varios países de la región pese a que el Tribunal Supremo de Justicia le había prohibido salir del país, había congelado sus cuentas bancarias y le prohibió enajenar y gravar bienes a pedido de la Fiscalía General, que lo investiga por hechos violentos ocurridos en enero.
Y mientras la tensión política crece, los venezolanos tratan de recuperarse de tres días de apagones.
Calles congestionadas de vehículos y tiendas abarrotadas de personas que por primera vez en días podían realizar pagos electrónicos ponían en evidencia que algunos comenzaban a retomar sus rutinas en medio de la peor serie de apagones en la historia del país.
“En medio de esta tragedia es un momento de alegría ver que pasó mi tarjeta, que pude comprar unas medicinas que necesitaba”, dijo María Isabel Vera, una empleada administrativa de 37 años, a la salida de una cadena de farmacias en el centro de Caracas.
La movilidad de personas por la ciudad daba la sensación de que se trataba de un día laboral pese a que el gobierno suspendió las actividades en las escuelas, oficinas estatales e industrias.
La luz regresó la noche del miércoles en muchos de los poblados del país luego de la segunda ronda de cortes desde el 7 de marzo, cuando un gran apagón nacional se extendió por cuatro días.
Desde entonces la situación se ha vuelto traumática para muchos venezolanos que han tenido energía de manera intermitente incluso después de que el gobierno dijo que el problema estaba resuelto.
El jueves el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, declaró que el servicio había sido restituido casi en su totalidad pero por ahora “no podemos cantar victoria”.
“Todos tenemos que entender que seguimos en combate ”, agregó en referencia a los supuestos sabotajes a la red eléctrica.
Maduro ha acusado a Estados Unidos y sus adversarios locales de sabotear y atacar el deteriorado sistema eléctrico nacional. Los funcionarios estadounidenses y Guaidó dicen que la acusación es un intento por desviar la atención de la mala gestión del gobierno y la falta de mantenimiento de la central hidroeléctrica Guri, que suministra más de 60% de la energía del país.
De acuerdo con la Asociación Venezolana de Ingenieros Eléctricos y Mecanismo, el sistema eléctrico venezolano es muy inestable y vulnerable por lo que cualquier perturbación puede afectarlo severamente.
La gran ausente en los anaqueles de los comercios seguía siendo el agua potable, muy demandada por la paralización de los sistemas de acueductos por el fallo eléctrico.