Londres.- La primera ministra Theresa May dijo el martes que tratará de demorar más la salida británica de la Unión Europea y buscar un acuerdo con la oposición para salir del impasse.
May hizo el anuncio después que el negociador jefe de la UE advirtió que habría un Brexit caótico y costoso dentro de 10 días a menos que Gran Bretaña saliera de la crisis política que ha paralizado el gobierno y el Parlamento.
Tras una reunión de gabinete que duró siete horas, May anunció una mitigación significativa de las condiciones para el Brexit.
“Siempre he dicho claramente que la salida sin acuerdo podría ser un éxito a largo plazo, pero salir con un acuerdo es la mejor solución”, dijo en un comunicado televisado desde el 10 de la calle Downing.
“De manera que necesitaremos una extensión mayor del Artículo 50 (de la UE), que sea lo menor posible y finalice cuando alcancemos un acuerdo”.
May dijo que “este debate, esta división, no puede seguir por mucho tiempo más” y ofreció reunirse con el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, para buscar una solución.
Horas antes de la declaración de May, el negociador de la UE Michel Barnier presentó su evaluación pesimista a los legisladores europeos mientras el gabinete británico intentaba elaborar una nueva propuesta para presentar al Parlamento en Londres tras las derrotas del plan del gobierno y una serie de alternativas.
“Tal como están las cosas ahora, la opción sin acuerdo parece probable. Tengo que decirles la verdad”, dijo Barnier en Bruselas. “Tenemos la esperanza de evitarlo” si el trabajo intensivo en Londres halla una solución antes de una cumbre de la UE el 10 de abril.
Gran Bretaña podría salir de la UE sin una hoja de ruta dos días después de la cumbre. Los líderes de los 27 países restantes le dieron plazo hasta el 12 de abril para salir del bloque o presentar un nuevo plan, después que el Parlamento rechazó tres veces el acuerdo que lograron la UE y May.
El lunes la Cámara de los Comunes rechazó cuatro alternativas al acuerdo de May.
La declaración de May parece indicar que quiere alejarse de la posibilidad de un Brexit sin acuerdo.
La salida sin acuerdo pondría en peligro el comercio y los desplazamientos, con nuevos controles en las fronteras y nuevas regulaciones.
Según los analistas, el impacto económico podría ser catastrófico para Gran Bretaña.