San Luis Potosí, SLP.- La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) exhortó a las mujeres, a recurrir a las instancias legales para denunciar cualquier tipo de abuso y acoso. Pidió no evidenciar estos actos, a través de movimientos en redes sociales como Me Too.
Jorge Andrés López Espinosa, titular del organismo, indicó que movimientos como Me Too, pueden dañar la integridad de las personas que ahí se denuncian y aunque, remarcó, no se pueden eliminar estos canales de información, recomendó no usarlos.
Indicó que los propios usuarios son quienes deben regular las publicaciones cibernéticas, que muchas veces son lesivas para la sociedad.
«El llamado que hacemos respetuoso a las mujeres y a cualquier persona que haya sentido algun tipo de abuso, de acoso, que lo haga de inmediato conocimiento o de las autoridades competentes en este caso de las fiscalías locales o de la General de la República».
«Desde luego que las redes sociales son medios de expresión, sin embargo nos parece que lo más pertinente en estos casos es hacer formalmente las denuncias, para que haya investigaciones exhaustivas y al comprobar responsabilidad de inmediato haya acciones penales».
Las formas anónimas no son lo ideal, insistió al indicar que, tampoco se puede limitar ese tipo de expresiones, que cuando vienen de personas que no dan sus nombres, pueden perjudicar a los que ahí se exhiben.
«Desde luego que son canales de expresión y de comunicación, sin embargo siempre que se utilizan deben de ser muy cuidadosos, sobre todo en el tema de protección de datos personales, cuando se trata de temas delicados, como lo es el acoso el abuso, a las instancias correspondientes, son a las que se tendría que acudir para realizar investigaciones».
#MeToo, es el nombre de un movimiento iniciado de forma viral como hashtag en las redes sociales. Surgió en octubre de 2017 para denunciar la agresión sexual y el acoso sexual en los diferentes ámbitos. En días pasados se crearon especialmente para casos del ámbito artístico.
Este proyecto social, ya cobró su primera víctima, con el suicidio del músico mexicano Armando Vega Gil, miembro de la banda Botellita de Jérez, quien fue señalado a través de #MeTooMusicosMexicanos.