Londres.- El gobierno y la oposición británicos se aferraban el lunes a las esperanzas de alcanzar un compromiso de acuerdo para el Brexit, 48 horas antes de que la primera ministra, Theresa May, intente convencer a los líderes de la Unión Europea de que concedan un aplazamiento para la salida británica del grupo.
Si la UE se niega, Gran Bretaña afronta una salida repentina y caótica el viernes, la fecha límite establecida en un principio por la UE.
May ha intentado negociar con el opositor Partido Laborista después de que el Parlamento rechazara en tres ocasiones su acuerdo de divorcio con la UE. En tres días de negociaciones la semana pasada no lograron acercar posiciones y los laboristas dijeron que el gobierno conservador no había ofrecido cambios concretos a su plan de Brexit.
Sin embargo, la oficina de May en Downing Street dijo que las conversaciones habían mostrado “voluntad de compromiso por ambas partes”.
“Confiamos en que habrá nuevas conversaciones formales” con los laboristas más tarde el lunes, indicó la portavoz de May, Allison Donnelly.
El aplazamiento requiere la aprobación unánime de los líderes de los otros 27 miembros, algunos de los cuales están hartos de la incertidumbre del Brexit y son reacios a ampliar el plazo.
Downing Streeet señaló que May podría reunirse con los mandatarios de Francia y Alemania antes de la cumbre de la UE para exponer sus motivos al pedir una demora.
La primera ministra tenía previsto volar el martes a Berlín para entrevistarse con la canciller de Alemania, Angela Merkel, y después a París para hablar con el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
Macron se ha mostrado especialmente reacio a seguir demorando el Brexit, señalando que la UE no puede quedarse como un “rehén” de la crisis política británica.
El secretario británico de Exteriores Jeremy Hunt dijo que May está “total y completamente decidida a alcanzar el Brexit”.
Hunt dijo sobre los otros 27 estados miembros que “quieren que el Brexit se resuelva tan pronto como sea posible. Nosotros también”.
Sin embargo, no estaba claro si las conversaciones entre el gobierno y el Partido Laborista, de centro izquierda, podrán superar un estancamiento que ha sumido al país en la incertidumbre sobre cómo saldrá Gran Bretaña de la UE, e incluso si llegará a hacerlo.
Los laboristas prefieren un Brexit más suave que el propuesto por el gobierno que incluya una relación económica cercana con el bloque a través de una unión aduanera.
El secretario de Cultura, Jeremy Wright, dijo el lunes que ambas partes “deben asegurarse de que todos estamos listos para un compromiso”.
“Hay una cierta urgencia, pero creo que es importante que todo el mundo asuma su responsabilidad con seriedad, venga del partido que venga, e intente llegar a un punto en el que salimos de la UE, como el pueblo ha dicho que quiere hacer, y lo hacemos en los mejores términos posibles”, dijo a la BBC. “Creo que eso es alcanzable”.
Después de que los parlamentarios británicos rechazaran tres veces el acuerdo alcanzado por May con el bloque a finales del año pasado, la UE dio a Gran Bretaña hasta el 12 de abril para aprobar el plan de salida, cambiar de parecer y pedir un nuevo aplazamiento o salir de la UE sin acuerdo que amortigüe el golpe.
Economistas y líderes empresariales advierten que un Brexit sin acuerdo podría suponer enormes trastornos para el comercio y los desplazamientos, con aranceles y controles de aduana que causarían atascos en puertos británicos, así como un posible desabastecimiento de bienes.
La preocupación por un Brexit sin acuerdo es especialmente grave en Irlanda, el único socio de la UE que comparte una frontera terrestre con Gran Bretaña. Cualquier control de aduanas o de obstáculo en la ahora invisible frontera entre ambos países perjudicaría a la economía irlandesa y podría socavar el proceso de paz irlandés.
El negociador jefe de la UE, Michel Barnier, tenía previsto viajar el lunes a Dublín para reunirse con el primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar.
May ha pedido a la UE que retrase el Brexit hasta el 30 de junio para dar tiempo a Gran Bretaña a aprobar y aplicar un acuerdo de salida. Los líderes del bloque tenían previsto reunirse el miércoles en Bruselas para estudiar la petición.
Cualquier compromiso entre el gobierno y los laboristas indignará sin duda a los legisladores partidarios del Brexit en el Partido Conservador de May, que afirman que el país debe cortar sus lazos con la UE para forjar una política económica independiente.
El exministro británico de Exteriores Boris Johnson, un destacado defensor del Brexit, dijo el lunes que una unión aduanera “esclavizaría” a Gran Bretaña.
“No debemos acordar ser miembros sin voto de la UE, dentro de la rendición propuesta por (el líder laborista) Jeremy Corbyn. No puede, no debe y no va a ocurrir”, afirmó Johnson en un tuit.