La FIFA considera que cumplirá las ambiciosas metas que se impuso de venta de entradas y de audiencia récord para el Mundial de fútbol femenil que comienza el 7 de junio próximo en Francia gracias al gran interés que la actividad viene despertando en todo el mundo.
La evaluación es de Andrea Rodebaugh, la exjugadora de la selección mexicana y extécnica del Tijuana que hoy se desempeña como responsable por el Desarrollo Técnico del Fútbol Femenino de la FIFA.
«Una de las metas que la FIFA se impuso para desarrollar el fútbol femenino fue darle más visibilidad, y en pocas semanas celebraremos uno de los eventos más importantes del fútbol femenino en su historia, que promete ser magno», afirmó la excapitana de la selección mexicana en el Mundial de 1999 en un seminario en Río de Janeiro.
«En cada Mundial tenemos mejores números pero ahora cumpliremos las metas que nos impusimos de agotar las entradas, de lograr un alcance global máximo, de elevar la participación de la afición y de ofrecerle las mejores condiciones posibles a las participantes», agregó la gestora en el seminario organizado por la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).
Rodebaugh aseguró que las entradas ya están agotadas para algunos partidos, como la Final, las Semifinales y el juego de apertura, pese a que el Mundial se disputará en estadios con un cupo promedio de 32 mil aficionados.
«Muchos dicen que no hay interés (en el fútbol femenino) o que no deja ganancias, pero no están viendo el potencial que pueden explotar».
«Muchos dicen que no hay interés (en el fútbol femenino) o que no deja ganancias, pero no están viendo el potencial que pueden explotar», agregó.
Aseguró que la FIFA calcula que conseguirá en el Mundial de Francia un alcance de mil millones de espectadores en la televisión y para eso viene llegando a acuerdos con canales de todo el mundo.
Agregó que, para garantizar ese alcance y la accesibilidad para todo el mundo, la FIFA también viene formando profesionales que puedan comentar los partidos en el lenguaje de señas para los sordomudos y hasta en idiomas indígenas.
Dijo igualmente que se espera una participación récord de los aficionados no sólo en los estadios sino también en los intercambios en las redes sociales, como ocurre en los mundiales masculinos.
«Si el Mundial de Canadá 2015 dejó el listón bastante alto en cuanto a asistencia, alcance y competición, Francia promete ser mucho mejor», dijo.
Según Rodebaugh, la FIFA también ofrecerá a las futbolistas de las 24 selecciones que disputarán la competición las mejores condiciones de infraestructura, incluyendo vuelos en primera clase, y hasta el uso del árbitro de vídeo (VAR).
En su opinión, las cifras del Mundial de Francia ayudarán a la FIFA a alcanzar igualmente las ambiciosas metas que se impuso en cuanto al desarrollo del propio fútbol femenino, como la de doblar la cantidad de niñas y jóvenes jugando fútbol en el mundo, hasta 60 millones.
Rodebaugh agregó que las cifras que se manejan actualmente son significativas si se tiene en cuenta que la FIFA tan sólo comenzó a hablar de fomento a la participación de la mujer en el fútbol en 2015, cuando adoptó sus primeras reformas.