Apuntó con la mirada y puso el balón en la escuadra: con su espectacular gol de tiro libre al 82’, imparable para Alisson Becker, pese a su vuelo, Lionel Messi firmó su doblete para poner el 3-0 en el marcador, con el que el Barcelona dejó ayer su Semifinal casi decidida contra el Liverpool de Mohamed Salah. Fue un gol 600 memorable para el argentino.
Todo parecía servido para un duelo de altura entre el máximo anotador actual de la Liga española (34 tantos) y Salah, quien lidera la tabla de goleadores de la Premier League (21), pero Messi fue el gran héroe de este primer round, a la espera de que Anfield dicte el martes de la próxima semana la sentencia definitiva con el choque de Vuelta por el pase a la Final de la Champions League.
El gol de Messi se vio seguido dos minutos después de una grandísima ocasión de Salah, que en un rechace en el área tuvo un balón de oro que estrelló en el palo de Marc-André ter Stegen, en el 84’, para simbolizar perfectamente lo ocurrido en el duelo entre las dos superestrellas de ambos equipos.
La frustración de Salah, con la mirada al césped del Camp Nou tras esa ocasión fallada, contrastaba con la gran noche de Messi, que antes de su cañonazo de falta había marcado con una dosis de fortuna, tras un remate en el 75’ al larguero de Luis Suárez -el autor del primer gol azulgrana en la primera mitad-, cuyo rechace fue afortunadamente para el astro albiceleste, quien puso entonces el 2-0 provisional.
La gran noche europea llegó cuando todavía resonaban en el coliseo catalán los ecos de la aportación decisiva de Messi, omnipresente como de costumbre, con el gol del 1-0 sobre el Levante, que el sábado había significado matemáticamente el título 26 del equipo culé en la Liga española.
Liverpool llevó el mando, pero…
Pese a la erupción del volcán Lio en el último cuarto de hora, no todo fue fácil desde el principio para él contra un Liverpool correoso.
La primera gran incursión de peligro de la “Pulga” se dio en el minuto 14, cuando Jordi Alba habilitó al astro, cuyo intento rebotó en la mano de Josip Matic, algo que hizo que Messi pidiera penal airadamente.
El árbitro consideró que no había infracción en la acción y en el contragolpe Salah lideró la ofensiva con una espectacular carrera que intentó terminar con un pase para Andrew Robertson, sin éxito (15’).
El partido estaba de ida y vuelta, pero Salah deslumbraba especialmente convirtiéndose en una pesadilla para la zaga local.
El gol de Suárez en el 26’, metiendo la pierna en boca de gol para empujar a la red un pase endiablado de Jordi Alba, dio un respiro al Barça en un momento especialmente delicado.
Después vendría la magia de Messi, quien tiene al Barç a a nada de la Final, esa que Lio ansía jugar y ganar para arrebatarle la orejona al tricampeón Real Madrid .