Ciudad de México.- Ayer, a sus 70 años, murió el héroe austriaco del automovilismo que había regresado de la muerte. Comenzó la leyenda de Niki Lauda, el tres veces campeón de Fórmula 1, quien tras el terrible accidente que sufrió en el Infierno Verde (Nürburgring), en la segunda vuelta del Gran Premio de Alemania de 1976, volvió a la vida para coronarse dos veces más como campeón mundial de la máxima categoría.
En el verano de 2018, Andreas Nikolaus Lauda, quien había vuelto a la actividad en las pistas en 2012, luego de su retiro definitivo como piloto en 1985, como director no ejecutivo de Mercedes, vio mermada su salud al tratar de recuperarse de un trasplante de pulmón.
Desde entonces Lauda no había podido mejorarse del todo y constantemente sufría recaídas. Su más reciente ingreso al hospital, en esta ocasión respondió a una diálisis urgente a consecuencia de los daños que le había causado la medicación, pues el expiloto de F1 ya ha recibido dos trasplantes de riñón en 1997 y 2005.
Su hermano confirmó durante el fin de semana que Niki “debido a problemas renales, tuvo que ser trasladado de su centro de rehabilitación a una clínica privada para diálisis”, precisamente Florian Lauda, donó el riñón que se le trasplantó a Niki Lauda en 1997.
La familia Lauda envió una carta que decía: “Con profunda tristeza, anunciamos que nuestro amado Niki se ha quedado dormido en paz con su familia el lunes, 20 de mayo de 2019. Sus logros únicos como atleta y empresario son y serán inolvidables. Su incansable entusiasmo por la acción, su sencillez y su valentía siguen siendo un modelo a seguir y un estándar para todos nosotros. Lejos del público, era un esposo, padre y abuelo cariñoso. Lo extrañaremos mucho”.
Recientemente, la popularidad del hombre que nació en Viena, Austria, el 22 de febrero de 1949 se había incrementado, luego de la película Rush que narró su rivalidad con James Hunt a lo largo de la temporada del 76.
Sin embargo, su historia comenzó desde mucho antes del año de su trágico accidente, uno de los más aparatosos que se hayan visto en el automovilismo, y gracias al cual Hunt le arrebató su cuarto título, aunque esto no frenó a Niki Lauda, quien tras ese subcampeonato volvió a ser campeón del mundo en dos ocasiones más, en 1977 y 1984.
Lauda logró 25 victorias y 54 podios en 185 carreras, que lo consagraron como uno de los pilotos más grandes y más recientemente por lo hecho con el equipo Mercedes, el más fuerte de la F1 con el que tenía contrato hasta 2020.
Niki y el otro accidente
El 26 de mayo de 1991, Niki Lauda debió enfrentarse nuevamente a una tragedia, al estrellarse uno de sus aviones en Tailandia. Los 223 pasajeros y la tripulación del Mozart murieron. Para Lauda éste fue el peor acontecimiento de su vida.
Mi accidente no fue nada comparado con lo que ví allí”, afirmó el expiloto, cuyas imágenes caminando entre los restos de la máquina dieron la vuelta al mundo.
Lauda se sentía culpable. Finalmente, después de varios meses, se descubrió que el accidente se debió a una falla técnica. El devenido empresario austríaco decidió abandonar temporalmente el negocio de la aviación. Entre 1993 y 1995 asesoró a Ferrari y hasta 2017 y por más de 20 años fue para la TV alemana.