Guadalupe González nunca dijo la verdad ni pudo platicar sola con su anterior equipo de abogados, siempre estuvo acompañada del entrenador Esteban Santos, y encubrió al verdadero responsable del dopaje por trembolona, lo que impidió una mejor defensa, reveló a la cadena ESPN Luis Jiménez, uno de los cuatro litigantes que la acompañaron en el proceso frente a la Comisión de Integridad de la IAAF.
“Lupita sí es una víctima porque ella jamás tuvo la intención de tomarlo (la trembolona), al final estamos protegiendo a alguien que no es importante porque quien da resultados es Lupita. Podría haber sido muy fácil compartir la culpa y bajar la pena. Ella tenía que haberse abierto y decirnos la verdad. Eso me tiene molesto, que jamás se abrió y que cuando tomamos el asunto ella ya había respondido la carta”, dijo el litigante.
Fuentes de la Conade y el entorno de la marchista dijeron que el doctor Juan Manuel Herrera le aconsejó a González que argumentara ante la IAAF, en su primera respuesta de noviembre, que el doping por trembolona se debía a ingesta de alimentos contaminados, y por eso su ex abogado no pudo cambiar el guion de la defensa.