Caracas.- Opositores convocaron el viernes a protestar en Caracas en el cierre de la visita de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, que ha generado gran expectativa ante la instalación en Venezuela de una oficina del organismo para monitorear la situación de los derechos humanos.
Bachelet inició la última jornada de su visita con un encuentro con el líder opositor y jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, y miembros del Legislativo.
Al final de la reunión Guaidó dijo a la prensa que la expresidenta chilena le anunció que establecerá en el país una oficina temporal para hacer un seguimiento de la situación de los derechos humanos y que sus funcionarios puedan visitar algunos estados del interior.
El dirigente, que ha sido reconocido como presidente interino de Venezuela por medio centenar de países, afirmó que la visita de la Alta Comisionada es “fundamental” para dar a conocer la dimensión de la situación de Venezuela, que aseguró está “al borde de la catástrofe”.
“Nuestro reto es continuar en las calles”, dijo Guaidó al remarcar que la oposición mantendrá las protestas para presionar la salida del gobierno de Nicolás Maduro.
Bachelet culminará la jornada de trabajo con un encuentro con Maduro en el palacio de gobierno.
La Alta Comisionada presentará durante la noche, poco antes de salir del país, un balance de sus tres días de visita que incluyeron reuniones con las autoridades, miembros de organizaciones humanitarias y víctimas de violaciones a los derechos humanos y sus familiares.
La víspera organizaciones humanitarias dialogaron con Bachelet sobre los casos de los llamados presos políticos. Estos prisioneros, que se estiman en unos 693, se han convertido en los últimos años en una de las banderas de los activistas y la oposición que acusan al gobierno de Maduro de violaciones a los derechos humanos. Pero las autoridades sostienen que fueron apresados por delitos comunes y no por razones políticas.
La visita de la expresidenta chilena se da previo al informe final sobre Venezuela que presentará en julio.
Tres meses atrás Bachelet manifestó en un informe oral su preocupación por la “magnitud” y “gravedad” de la repercusión de la crisis sobre los derechos humanos en Venezuela.
En esa oportunidad la Alta Comisionada afirmó que las autoridades “se han negado a reconocer las dimensiones y la gravedad” de la crisis en materia de salud, alimentación y servicios, por lo que las medidas que han adoptado “no han sido suficientes”. Asimismo, se refirió a las denuncias de asesinatos extrajudiciales cometidos por integrantes de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la policía nacional y los casos de violaciones y abusos de derechos humanos ocurridos este año en las protestas antigubernamentales cometidos por presuntos miembros de las fuerzas de seguridad y grupos pro oficialistas armados conocidos como “colectivos”.