Ciudad de México.- México es deficitario en la producción de leche, depende en alrededor de 35 por ciento de importaciones de leche en polvo y de productos lácteos, pero de acuerdo a los subsecretarios de Autosuficiencia Alimentaria, Víctor Suárez Carrera, y de Agricultura de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Miguel García Winder, es posible abatir esa dependencia y lograr la autosuficiencia para 2024.
Para ello se debe elevar la productividad con mejoramiento de la genética del ganado, manejo nutricional y de la reproducción, mecanización en la ordeña y red de enfriamiento.
Sostuvieron que los productores más que subsidios, requieren capacitación, asistencia técnica, financiamiento de la banca de desarrollo y certificaciones de calidad.
Datos de la Sader indican que la producción lechera de México sumó 12 mil 800 millones de litros en 2018, pero el consumo anual de leche es de 16 mil 120 millones de litros, esto es, 122 litros anuales per cápita.
El país es el primer importador de leche en polvo y el quinto en leche fluida; en 2018, importó tres mil 740 millones de litros de ambos productos, más 2.3 millones de toneladas de otros lácteos.
En una reunión en la que se analizaron expectativas del sector se expuso que la leche fluida se concentra en tres regiones. En Chihuahua, Durango y Coahuila (con un aporte de 30 por ciento del total); en Jalisco, Aguascalientes y Michoacán (26.6 por ciento) y en Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, estado de México y Puebla (24.7 por ciento).
“Existe potencial para elevar allí la producción y mejorar sus sistemas productivos, de sanidad y de manejo, y también de crecer en la región sur sureste, en Veracruz, Tabasco, Chiapas y Campeche, donde hoy se produce el 7.3 por ciento del total nacional. Detonar esta región será tarea del programa estratégico de Cuencas Lecheras de la Sader”.