San Luis Potosí, SLP.-Los primeros resultados del diagnóstico sobre violencia y pandillas en San Luis Potosí, que durante dos meses llevó a cabo el diputado Pedro Carrizales Becerra, en sectores conflictivos de la entidad, arrojó que en la zona conurbada que comprende la capital del Estado y Soledad existen por lo menos mil grupos de este tipo.
El también conocido como “El Mijis”, reveló que estos jóvenes son “presa fácil” para los carteles que operan en el Estado. A través de este proyecto el legislador busca crear estrategias para impulsar la paz y generar mejores condiciones de los “chavos banda”.
“Es muy duro lo que está sucediendo, siguen siendo presa fácil, pero lo más triste es que no es solo un cartel, estamos hablando de varios, que eso es lo más peligroso porque estamos hablando de que no los pueden captar de una sola marca”.
Fue el pasado 3 de mayo, cuando “El Mijis”, anunció la elaboración de un diagnóstico de violencia y pandillas, proyecto impulsado por el Gobierno del Estado, a través del Instituto Potosino de la Juventud.
Lamentó que las autoridades de seguridad pública, continúen ejecutando redadas contra pandilleros, estrategias que dijo, en lugar de sumar, restan y están provocando que la situación se salga de control.
“Los operativos antipandillas causaron mucha más violencia, las bandas se empezaron a organizar, empezó a haber demasiados muertos, los chavos ya saben lo que deben de hacer, se esconden, traen sus armas. Si hay redadas, se debe trabajar en la prevención y no en la reacción que es transversal”.
Este estudio se realizó en colonias conflictivas del 8vo. Distrito, el cual representa el diputado petista, y en donde se concentra el mayor número de grupos Ciudad 2000, Los Silos, Las Mercedes, Prados y Abastos.
“A la par del diagnóstico estamos haciendo una intervención de paz, hemos bajado los pleitos en Ciudad 2000, hemos estado metiéndonos en diferentes colonias y obviamente esto está bajando los índices”.
Detalló que en la mayoría de los casos es el entorno familiar, el ocio y la falta de oportunidades, los factores que “sumergen” a los jóvenes en una pandilla. Tras este diagnóstico proyectará acciones deportivas y aterrizara empleos temporales.
“Al final de cuentas se convierten en tu segunda familia, las pandillas no son violentas, o que se dediquen a delinquir, hay chavos que ingresan a las pandillas o que ya están en las pandillas, están bien maleados pero no todos, muchos trabajan”.