Hong kong.- La división social de Hong Kong no parecía llegar a su fin el viernes cuando los estudiantes rechazaron una invitación de la líder de la ciudad, Carrie Lam, para reunirse y miles de madres se manifestaron en apoyo a los jóvenes manifestantes que dejaron un paso de destrucción en el edificio de la legislatura al principio de la semana.
“No se sientan solos, papá y mamá los apoyan” decía uno de los muchos mensajes escritos a mano sostenido en un evento de “Madres de Hong Kong”.
Una participante, la profesora universitaria Sealing Cheng, preguntó quién era responsable de la destrucción de la legislatura, insinuando que un gobierno arrogante había motivado a los manifestantes a irrumpir en el edificio y destruirlo.
“Nuestros corazones sufren por los jóvenes manifestantes y nuestra sociedad dividida”, dijo en un discurso a los reunidos, en su mayoría mujeres.
La influencia económica de China continental estuvo muy presente en la protesta, que se llevó a cabo bajo los rascacielos del Banco de China y otros bancos. Muchos jóvenes se sienten abandonados por la economía dirigida por China, luchando para llegar a fin de mes y viviendo en pequeños departamentos por los crecientes precios inmobiliarios. Creen que un gobierno democráticamente electo respondería mejor a sus necesidades que uno escogido por las élites de Beijing, que se beneficia de los lazos económicos con el continente.
Lam, quien desapareció del público durante dos semanas cuando aumentaron las protestas, juró escuchar más a los jóvenes durante un discurso del lunes, un día festivo que marcaba el aniversario 22 del regreso de Hong Kong de Gran Bretaña a China.
Sin embargo, su invitación de la semana para reunirse tras puertas cerradas fue rechazada por los sindicatos estudiantiles y dos universidades por ser considerado poco sincero y un ardid publicitario.
Los líderes estudiantiles dijeron el viernes en conferencia de prensa que no creen en la sinceridad de Lam. La oficina de Lam los invitó a reuniones a puertas cerradas, pero los estudiantes dijeron que cualquier reunión debería ser pública e incluir una representación más amplia.
Los jóvenes han tomado la iniciativa de protestar contra el proyecto de ley sobre extradiciones, que muchos ven como una amenaza a los derechos garantizados a Hong Kong bajo el marco de “un país, dos sistemas” que rige en el territorio chino.
Lam, quien fue designada como jefa del ejecutivo de Hong Kong por un comité dominado por elites pro-Beijing, suspendió el proyecto indefinidamente después de grandes marchas el 9 y del 12 de junio que bloquearon el acceso a la asamblea legislativa y las calles cercanas.
Sin embargo, las manifestaciones han continuado. Los opositores exigen el retiro formal del proyecto de ley, la renuncia de Lam, la liberación de decenas de detenidos tras las protestas y una investigación independiente sobre la represión policial en la protesta del 12 de junio que incluyó gases lacrimógenos y balas de goma.