Morena, enfrenta a Morena, así de polarizada está la disputa anticipada que se registra en la elección interna por la dirigencia nacional del partido en el poder.
Sin duda, el parto que debe ocurrir en cinco meses, tiene amenazas de aborto, sobre todo; porque el líder, el jefe, el que manda. No está en la base del partido, ni entre sus dirigentes. Si no en la Presidencia.
Porque Morena, es Andrés Manuel López y sin rubor,-pese a su condición de presidente- se toma tiempo para atender y resolver los asuntos del partido que creó y que ahora quiere hacer crecer, cueste lo que cueste y pese a quién le pese.
Pero al interior de Morena, a Obrador, le están creciendo los ‘enanos’, y la lucha por la dirigencia, amenaza con romper las bisoñas disciplinas de un partido que es muy parecido al viejo PRI.
Por esa razón, -a sabiendas que los más cercanos al presidente- eran los elegidos, entre los cuatro que aspiran a dirigir Morena, ponen a Bertha Luján como la virtual dirigente.
Bertha colaboró con Obrador, cuando fue Jefe de Gobierno -2000-2006- y fue secretaria general de Morena, cuando AMLO fue presidente del partido.
Otra que también se pone el sello Obradorista, es la actual presidente interina de Morena Yeidckol Polevnsky, de origen perredista, quien esta moviendo todas sus fichas para quedarse al frente del partido,
al cual dirige desde 2017; actualmente sufre el fuego amigo por graves cuestionamientos a su desempeño,
sobre todo por favoritismo e imposición de candidatos perdedores en la pasada elección del 2 de junio.
Otro aspirante, es Mario Delgado, que si bien es cercano a Obrador, está más identificado como gente de Marcelo Ebrard, con quién colaboró en su administración en el extinto DF, en finanzas y Educación.
Es considerado un aspirante gris.
Otro que tiene una imagen parecida y también aspira a dirigir Morena, es Alejandro Rojas Díaz Durán, ‘el gallo’ de Ricardo Monreal y también amigo de Marcelo Ebrard, tiene un pasado perredista y ex priista, aliado en aquellos años de Porfirio Muñoz Ledo, Manuel Camacho entre otros personajes, de no muy recomendable reputación.
EL prematuro enfrentamiento por la dirigencia, amenaza con salirse del control y prueba de ello es que ya se rompió la armonía entre los grupos parlamentarios de Morena, tanto en el senado, como en el Congreso de la Unión, por la irreconciliable posición de los cuatro grupos que pelean tanto la dirigencia como quien presidirá la mesa directiva del Senado.
Lo peor es que al interior de Morena, hay una lucha ideológica, luego que una corriente, dónde están; Ricardo Monreal, Tatiana Clouthier y Mario Delgado se opone al agandalle de Javier Bonilla en Baja California dónde pretende ampliar su mandato de 2 a 5 años.
Otro grupo está cerrando filas en torno a Yeidckol Polevnsky.
Estas posiciones encontradas han subido de tono, sin medir las consecuencias.
A un año de haber ganado la presidencia y la mayoría legislativa en ambas cámaras, Morena enfrenta la peor de sus crisis internas, luego que se ha empezado a dividir y a desinflar .
Tanto ó igual, que la imagen de López Obrador como presidente quién está rebasado por esta fractura del partido.