Ciudad de México.- En diez años, el número de pobres aumentó en dos millones 936 mil 391 personas, informó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) al presentar el Balance de medición de pobreza 2008-2018.
El organismo reportó que 71.7 millones no tienen seguridad social, y que es éste uno de los retos para reducir la pobreza de manera estructural.
En conferencia de prensa, José Nabor Cruz, secretario ejecutivo del Coneval, explicó que el número de personas vulnerables o en riesgo de caer en pobreza aumentó en cuatro millones 104 mil 609 personas, lo que implicó que pasó de 41.2 a 45.3% de la población mexicana.
El balance señala una reducción en términos relativos de la pobreza, pues la proporción pasó de 44.4 a 41.9 por ciento. Y resalta que, de mantenerse la tendencia económica y social, a México le tomaría 175 años llevar la pobreza a cero.
Nabor Cruz afirmó que las seis carencias sociales (educación, salud, seguridad social, calidad de vivienda, servicios básicos de vivienda y alimentación) tuvieron reducciones en el último decenio, en el que se destinaron casi 40 billones de pesos en desarrollo económico y social (165% del PIB).
Luego de 10 años y haber destinado recursos públicos por casi 40 billones de pesos en desarrollo económico y social (165% del PIB), el número de pobres en México aumentó en dos millones 936 mil 391 personas entre 2008 y 2018, informó el Consejo Nacional de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Al hacer un balance a 10 años de implementarse la medición de la pobreza multidimensional, el organismo reportó que este aumento en niveles significó, sin embargo, una reducción en términos relativos de la pobreza, pues la proporción de personas en esta condición pasó de 44.4 a 41.9 por ciento.
Esto implicó un descenso promedio anual de 0.24 puntos porcentuales en el último decenio. Resalta que, de mantenerse la tendencia económica y social del último decenio, a México le tomaría 175 años llevar la pobreza a cero.
José Nabor Cruz, secretario ejecutivo del Coneval, explicó en su primera conferencia ante medios de comunicación que igual de grave que la pobreza en sí es el número de personas vulnerables o en riesgo de caer en pobreza, pues aumentó en los últimos diez años, esta vez en cuatro millones 104 mil 609 personas, lo que implicó que pasó de 41.2 a 45.3% de la población mexicana.
Por su parte, el organismo reportó que la población “afortunada”, es decir aquella que no es pobre ni es vulnerable de serlo se incrementó también entre 2008 y 2018, en una magnitud de seis millones 473 mil 262 personas, lo que significó pasar de 18.7 a 21.9% de la población.
El secretario ejecutivo del Coneval expresó su preocupación por la pobreza por ingreso: dijo que sólo en esta dimensión, 61.1 millones de mexicanos no tienen un ingreso suficiente para adquirir las canastas alimentaria y no alimentaria.
La sola pobreza por ingresos constituye una tasa de 48.8% de la población, prácticamente el mismo porcentaje que teníamos hace 10 años. Así que, en materia por ingreso de las familias, falta todo por hacer”, expresó Cruz.
El secretario ejecutivo afirmó que las seis carencias sociales, esto es educación, salud, seguridad social, calidad de vivienda, servicios básicos de vivienda y alimentación, registraron reducciones en el último decenio, señal que la política pública ha registrado como avances importantes.
Sin embargo, señaló que el reto para reducir la pobreza de manera estructural es atacar la carencia de seguridad social, que es el porcentaje más alto, en conjunto con mejoras en el ingreso de las familias.
Sobre este tema, John Scott, consejero académico del Coneval, explicó que la política económica juega un rol fundamental en la reducción de la pobreza, en donde los énfasis tienen que estar en “el control inflacionario por parte del Banco de México para proteger el ingreso real, y una política laboral que garantice puestos de trabajos con prestaciones y elimine la precariedad”.
Para reducir la carencia de seguridad social, Scott expresó que urge debatir la propuesta del sistema universal que ha propuesto el Coneval, financiada con impuestos generales. Esto con el fin de eliminar de manera estructural la informal, que es una de las principales causas de la precarización del ingreso y acceso a muchos servicios básicos.