Roma.- Un barco de una ONG española en el que viajan 147 migrantes rescatados en el Mar Mediterráneo estaba fondeado el jueves cerca de una pequeña isla en el sur de Italia mientras los ministros de Interior y Defensa del país discutían sobre su destino.
La embarcación entró en aguas territoriales italianas luego de que un tribunal anuló la prohibición de hacerlo decretada por el ministro del Interior, Matteo Salvini, de extrema derecha. El político respondió con un nuevo decreto que impide que el barco de Open Arms atraque en la isla de Lampedusa para desembarcar a los migrantes, rescatados hace casi dos semanas, pero la titular de Defensa, Elisabetta Trenta, se negó a refrendar la orden.
Trenta alegó que estaba “escuchando a mi conciencia”.
“No podemos olvidar que detrás de las polémicas de estos días hay niños y jóvenes que sufrieron violencia y todo tipo de abusos”, afirmó Trenta en un comunicando explicando su negativa. “La política no puede perder la humanidad”.
El enfrentamiento entre Salvini _ que lidera la Liga, una formación antiinmigración que es el socio minoritario del gobierno populista de Italia _ y Trenta, del Movimiento 5 Estrellas, el socio mayoritario, refleja la tensión política que ha llevado al ejecutivo del primer ministro Giuseppe Conte al borde del colapso apenas 14 meses después de su formación.
Salvini sostiene que Italia ya aceptó a miles de migrantes rescatados en el Mediterráneo en los últimos años e insiste en que otras naciones de la Unión Europea deben aceptarlos. Los migrantes, la mayoría de los cuales huye de la pobreza, no suelen poder optar al estatus de refugiado o a solicitar asilo.
Salvini prometió también que apelará el fallo judicial.
Dos barcos de la Marina estaban cerca del de Open Arms para evacuar a los menores a bordo, un día después de que Conte le pidió a Salvini que les permitiese bajar, dijo la emisora estatal RAI.
“No se puede entender por qué un juez italiano puede permitir que entre a nuestras aguas” cuando el barco estaba antes en aguas de Malta, escribió Salvini en twitter.
Mientras se resuelve la situación del Open Arms, una nueva crisis migratoria aparece en el horizonte.
El Ocean Viking, un barco noruego operado por Médicos Sin Fronteras y SOS Méditerranée, estaba a la espera de saber dónde puede desembarcar de forma segura a los 356 migrantes rescatados de embarcaciones precarias gestionadas por traficantes de personas en varias operaciones. Por el momento, pidió autorización a Malta en vano.
A principios de semana, la agencia de Naciones Unidas para los refugiados, ACNUR, pidió a los gobiernos europeos que den un paso adelante y accedan a aceptar a las personas varadas en los barcos de rescate.