Ciudad de México.- A un año de la puesta en marcha del programa emergente Puerta Violeta, a cargo de la Secretaría de Gobernación y del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), para hacer frente a los casos de violencia de género, el avance en la instalación de dichos refugios temporales para mujeres violentadas es casi imperceptible, con apenas 11 centros instalados en tres estados del país.
Incluso, entidades como Veracruz, que ocupa el primer lugar en feminicidios a nivel nacional, no cuenta con ningún centro de este tipo.
Lo que sería una puerta de esperanza para mujeres violentadas, y sus hijos se ha convertido en “un espacio vacío, en una promesa sin cumplir”, por parte del gobierno de la Cuarta Transformación, dejando a las miles de mujeres que enfrentan a diario algún tipo de violencia.
Mientras, los casos de violencia contra las mujeres van en aumento, independientemente de la edad, las probabilidades de ser víctima de la violencia, son altísimas, al mismo tiempo, el tipo de agresión suele ser más brutal.
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en el primer mes de este 2020 cada día fueron asesinadas diez mujeres en México;Guanajuato ocupa el primer lugar en asesinatos de mujeres con 53, seguido del Estado de México con 26.
Jalisco y Oaxaca con reportaron 22 víctimas cada uno; Michoacán 19; Chihuahua 5 y Baja California 14 casos.
En general, el primer mes de este año se registraron 247 víctimas de homicidio doloso y 73 feminicidios.
Pero fueron las lesiones dolosas (golpes, lesiones con arma blanca o con arma de fuego, etc.) las más recurrentes cometidas contra las mujeres, con 4 mil 588 casos. En contraste, en el país solo existen a la fecha, 11 refugios temporales, las llamadas Puerta Violeta, réplica del programa habilitado con éxito, en Escobedo, Nuevo León, por Clara Luz Flores.
La primera Puerta Violeta, fue abierta el 14 de noviembre del 2019, 8 meses después de anuncio oficial, en la cabecera municipal de Villa Nicolas Romero, en el Estado de México.
Según la Secretaría de Gobernación, a la fecha, ademá del de Villa Nicolás Romero, en el país se tienen en operación sólo 11 refugios de este tipo, ubicados en Monterrey, Nuevo León; Ciudad Juárez, Chihuahua; Puruándiro, en Michoacán, y están en proceso de apertura otros más en San Luis Potosí, Chihuahua, Quintana Roo, y Veracruz, sin fecha de apertura, cuando esta entidad registra el mayor número de asesinatos de mujeres.
Puerta Violeta, dirigido no sólo a víctimas de violencia, también a sus hijas e hijos, incluyendo atención especial para los agresores, para garantizar el acceso a la justicia y una vida libre de violencia, surgió luego de la controversia originada en febrero del año pasado, cuando por instrucciones del Presidente Andrés Manuel López Obrador, los refugios para mujeres que viven violencia extrema, “no recibirán subsidios del gobierno para la prestación de servicios ese año”.
El 14 de febrero de 2019 se eliminó la convocatoria para acceder a los más de 346 millones de pesos aprobados para en el Presupuesto de Egresos de la Federación, según dio a conocer el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva.
Esto, bajo el argumento de que “se dejarían de asignar recursos a dichos refugios, de manera directa, para terminar con malos manejos y corrupción”, lo que desató el reclamo de activistas de la sociedad civil, que llevó a que días después, el titular del Ejecutivo afirmara, en una de sus tradicionales conferencias matutinas, que “se mantienen los refugios para las mujeres”.
Fernanda Balderas, sicóloga del Centro de Justicia para las Mujeres de Morelos, alertó que, aunque el programa “es bondadoso”, en la mayoría de casos de violencia contra la mujer, se pudieron evitar, si realmente se contara con una réplica de las llamadas Puerta Violeta.