Fecha: 15 / 07 / 2025
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Cascaritas sin público y otros bichos; el once de Trino

Por: (Agencias) el 11/05/20
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Ciudad de México.- Estaba un día Trino en el Estadio Jalisco imaginando que el Atlas salía campeón, cuando se dio cuenta que las tribunas estaban vacías.

No había eco de gol en las paredes ni las clásicas mentadas al silbante o aquel grito enjundioso hacia el portero visitante: “¡Eeeeh, puuu..!

Entonces, como muchos fanáticos al balompié, el monero se asomó al futbol virtual, esperanzado de que aquellos monitos de ese extraño torneo que ha dado de qué hablar tanto para bien como para mal en esta temporada de cuarentena sí ganen los representantes de sus Zorros, aunque para el experimentado caricaturista tapatío aquella experiencia fue “como usar una muñeca de plástico”.

En ese sentido, argumenta: “No es igual, te estás haciendo güey. Entiendo que con esto del coronavirus no se puede ir al estadio, que te tienes que quedar en casa. De por sí jugar sin público ya era una cascarita sin emoción, ahora imagínate el fut virtual sin jugadores. Es como el Santos sin la Tetona Mendoza”.

Ya encarrerado y sin quedarse con las ganas, José Trinidad Camacho (así dicen que se llama) se puso la cachucha de director técnico virtual, armó su propio equipo e invocó a leyendas del más allá y otros veteranos que sabían mover las piernas y hacer maravillas con el balón. Bautizó a su equipo como Raquítico Español.

En la portería voy a poner al Wama Puente cuando tenía las rodillas fuertes y estaba lo suficientemente mamado para darle sus guamazos al que no lo obedeciera. ¿La defensa? Ahí te va: Kalimán Guzmán y Rafa Márquez en la central (¡Ay, papá!). En la lateral izquierda a un uruguayo muy hachero que jugó en el Atlas, llamado Bonifacinho. Del otro lado al catalán de mechones largos (Carles Puyol). En la media tenemos a Beckenbauer con Dieguito (sin kilitos de más) y Pepe Delgado, del Atlas. Y arriba nada menos que Leo

Messi, Cristiano Ronaldo y Pelé. Eso sí, el primer uniforme será rojinegro, como mis Zorros. El segundo trapo será azulgrana”, señala Trino sin ocultar jamás su querencia por el Barça.

Pero tú le vas al Atlas. ¿Qué tal si ganas?

¡Ah, cabrón! Será como si a un testigo de Jehová le abrieran la puerta y lo dejaran pasar. No sabría cómo reaccionar.

¿No te sabe el futbol virtual?

No me imagino una cascarita sin público, mucho menos un partido sin jugadores de carne y hueso. No hay gritos de verdad, no se la mientan al portero. Yo fui guardameta amateur y no me sabía el juego si no me gritaban groserías los que estaban afuera de la cancha.

De hecho, los de la porra del Atlas, tu equipo, comenzaron con aquel grito prohibido al cancerbero.

La culpa la tuvo Oswaldo Sánchez cuando se puso la camiseta de las Chivas.

¿Esto de los estadios sin público y el futbol virtual es apocalíptico?

Espero que no. Yo me imagino el fin del mundo con la llegada de los zombis de Sahuayo y otros personajes pachecos. Sé que hay rumores de que los chinos se quieren adueñar del mundo y por eso nos mandaron sus bichos. Lo que tengo claro es que cuando el confinamiento termine, la humanidad volverá a lo mismo. Y entonces muchos de nosotros regresaremos a los estadios para mentársela al árbitro y gritarle “puto” al portero.

También dicen los gringos que los marcianos llegaron ya, y se armó un irigote en las redes sociales.

Esos videos que mostró el Pentágono son muy chafas, parece que los tomaron con una cámara Kodak en los años 60.

De plano no le entras al futbol virtual.

Prefiero el futbolito, pero sin dar rehilatazos. También prefiero ver un partido histórico, una jugada espectacular como La mano de Diego o el cabezazo de Zidane al italiano Materazzi, mira que decirle que prefiere a su hermana. O ya, de plano, ver un pleito en la tele entre Peláez y Faitelson.

¿Partidos, aunque no juegue el Atlas?

Me gusta la Champions y ahí le voy al Barcelona, de vez en cuando me gusta ganar y con el Atlas, nomás puras penas. También soy beisbolero. En el futbol americano soy villamelón y no me olvido de la NBA. Ahorita todos los aficionados estamos sufriendo por ver algo, aunque sea de mentiras.

Aunque no hay nada mejor que patear la pelota.

El futbol se tiene que vivir en carne propia, es mejor que sentarse a ver a otros cuates. Yo fui un portero muy pasional y a veces la hacía de Jorge Campos, pues me iba a la delantera. Soy bueno para driblar y arriba era como un Enrique Borja, pues le pegaba al balón como se pudiera.

Pero lo tuyo era la portería.

Desde niño soñaba con ser guardameta. Me gustaba usar sudaderas azules de moda en los años 70, por lo que me decían El Caperuzo Azul. Hubiera preferido que me dijeran Wama Puente, pero nadie me hizo caso. De chamaco me ilusionaba en convertirme en portero como el Gato Marín, Cuate Calderón o el Pajarito Cortés y, claro, como Rafa Puente. Hablar de ellos refleja mi edad y mi pasión por el futbol.

Y tu pasión por el futbol te hizo caricaturista.

El momento que decidí ser caricaturista fue en el 72, cuando tenía 11 años, porque me publicaron un dibujo en la revista Pirulete. En vacaciones me iba a casa de mi abuela a Atotonilco el Alto, allá jugábamos un campeonato con el cura del pueblo y en la tarde no tenía otra que dibujar monos. Leía Pirulete y me encantaba mandar dibujos. Para mi sorpresa, un día publicaron uno de mis dibujos y en la contraportada de dicha historieta pambolera salió el póster del Wama Puente. Eso para mí fue lo máximo. Era niño y pensaba: “¡El Wama Puente está viendo mi dibujo! ¡No mames!” Como si supiera que existo.

¿Y por qué le vas al Atlas?

Un día, mi papá nos dijo a mi hermano Alejandro (el Chino) y a mí: “Aquí nadie le va a las Chivas, todos somos del Atlas, aunque gane”. Palabras proféticas que tenías que obedecer. Nos llevaba al Estadio Jalisco y decía: “Vamos a ver al

Atlas. Vamos a ver goles, aunque sea en contra”. Ya hace muchos años que no somos campeones, aunque no pierdo la esperanza de levantar el título antes de que las pandemias y los gérmenes acaben con todos. Aunque sea un título virtual, igual saldré a la Glorieta de los Niños Héroes, donde festejamos los que le vamos al Atlas.

Nadie esperaba al tal COVID-19.

Yo le hice al brujo en 2012, cuando publiqué el libro Historias del fin del mundo y otras patrañas. Ahí hablaba de una pandemia por estornudo. Bill Gates también lo predijo.

El coronavirus te tiene confinado.

Los caricaturistas siempre estamos encerrados, aunque a veces extraño el tequila en la cantina y con los amigos. Ahorita no me queda otra que tener el chupe al lado de la cama. También estoy aprovechando el tiempo para hacer podcast con mi amigo el Doctor Chunga, por amor al arte.

Si te tocara ser el último ser humano sobre el planeta, ¿cómo despedirías al hombre?

Tomaría la imagen de Pipo (personaje de Trino que le va al Atlas) y diría: “… y doy gracias al mundo por el último título del Atlas (aunque no fuera cierto)”. Celebraría con champaña barata y terminaría el discurso con algo así como: “Mi reino por un título”, aunque fuera virtual.

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