Minsk. Cientos de personas volvieron a salir a la calle en la capital de Bielorrusia el jueves en una muestra de solidaridad con las protestas contra las elecciones presidenciales que muchos dicen que fueron amañadas para ampliar el mandato del líder autoritario de la nación del este de Europa.
En varias zonas de Minsk, grandes grupos de mujeres formaron largas “filas de solidaridad”. Más de 100 mujeres con flores y retratos de sus seres queridos detenidos durante las movilizaciones se reunieron en la parte suroeste de la ciudad, donde la policía disparó balas de goma a las personas que cantaban y aplaudían desde los balcones la noche anterior.
“Los bielorrusos han visto la cara malvada de este gobierno. Discutí con mi esposo y voté por Lukashenko. Y esto es lo que saqué al final: no puedo encontrar a mis familiares en las cárceles”, dijo Valentina Chailytko, de 49 años y cuyo esposo e hijo fueron arrestados durante las protestas el domingo. Chailytko no ha podido encontrar información alguna sobre su paradero.
Miles de personas se han manifestado en el país desde el domingo par exigir un recuento de los votos que dieron al presidente, Alexander Lukashenko, una aplastante mayoría del 80% y a su principal rival apenas el 10%. La policía actuó de forma agresiva para disolver las protestas con porras, granadas aturdidoras, gases lacrimógenos y balas de goma.
Un manifestante murió el lunes en Minsk y decenas más resultaron heridas. Radio Libertad en Bielorrusia reportó que otro hombre falleció en un hospital en la ciudad de Gomel, en el sureste del país, tras haber sido detenido por la policía.
La represión de las protestas ha provocado duras críticas en Occidente.
