Desde que Andrés Manuel López Obrador, montó su propia ganadería, ahora como dueño y juez de plaza.Se ha tomado todas las licencias para mandar al ruedo, con simulados sorteos y encuestas en su partido Morena, al peor de los toros; a Felix Salgado Macedonio, quien aspira al gobierno de Guerrero.
Pese a que Macedonio es un candidato con más manchas que un toro berrendo por las denuncias en su contra por violación, acoso, y otros delitos sexuales; López Obrador- cuentan los allegados- le agarró querencia desde que pastoreaban juntos y hasta cierta identidad, porque lo siente víctima de una campaña de linchamiento, como él las sufrió en sus tiempos de opositor.
Por ello, ha desoído a quienes le han hecho ver que Salgado Macedonio, es un toro impresentable, en la lidia por la gubernatura.
Sin reparar en el costo político que tendrá para su ganadería de Morena, Obrador, lanza al ruedo a un toro que ha sido repudiado desde que estaba en los corrales por la maledicencia de media decena de mujeres que lo acusan por delitos sexuales.
Lejos de mostrar empatía con las víctimas y con las feministas que ven en la lidia de Salgado Macedonio, como una ofensa. Obrador, en un exceso de desprecio y autoritarismo, contra los detractores del Berrendo Macedonio, le concedió anticipadamente el indulto, sin tomar en cuenta, que esa gracia de perdonar al astado. Se hace a pedido del graderío según los cánones taurinos.
Pero la peor recomendación, que tiene el toro de Obrador, es de otras ganaderías; quienes han conocido las tientas del Berrendo en el campo donde no ha superado el tercio de varas.
Ahora advierten que por las acusaciones en su contra; Macedonio, llega al ruedo, con los cuernos despuntados, lo cual es ilegal en las corridas.
El berrendo de Obrador, sólo bravo por su fama de acosar mujeres; en el área política hoy es un toro descastado, sin la prestancia de los toros que exhiben su bravura al escarbar y babear la arena.
Para muchos, el toro Macedonio no reúne los requisitos para ser toreado, por lo que confían que por el repudio del graderío finalmente lo devuelvan a las pastas de la ganadería Morenistas.
Porque hay un dicho taurino en los pueblos; toro que es recomendado y protegido por el ganadero… Siempre sale pedorro y acaba cagando la plaza




