San Luis Potosí, SLP.- En San Luis Potosí, la Consulta Popular contra los ex Presidentes, fue desdeñada por los ciudadanos al registrar sólo la participación del 4% de los electores en la lista nominal.
De acuerdo a la información del Registro Federal de Electorales, en el estado hay una lista Nominal de 2 millones 074 mil 340 ciudadanos y de estos salieron a emitir su opinión 91 mil 509 de acuerdo al avance de cómputo que emitió el INE a las 00:18 de este lunes 2 de agosto.
Con el 4 por ciento de la Participación Ciudadana, 88 mil 714 ciudadanos le dijeron Sí al proceso contra los ex Presidentes y 1,950 emitieron un No, además de registrar 845 opiniones nulas.
En el territorio potosino se instalaron 1,262 mesas receptoras para la Consulta Popular y en los primeros minutos de este lunes, se tenía computadas 1,130 casillas que representaban, hasta esa hora 89%.
Algunos funcionarios de las mesas directivas consultados sobre el desarrollo de la Consulta, adjudicaron la poca afluencia ciudadana a que el INE no difundió con precisión la ubicación de las casillas e incluso, consideraron que limitó el número de las mesas receptoras para que la gente acudiera.
Los mismo funcionarios de Morena y legisladores, consideraron que hubo una poca promoción de la Consulta Popular en San Luis Potosí por parte del INE.
Sin embargo, para el Presidente de la Junta Local Ejecutiva del INE, Sergio Aispuro Cárdenas, el Instituto siempre mostró disposición de organizar un proceso constitucional pero “accidentado” por estar a contra reloj y sin recursos adicionales que el propio poder Legislativo y el Ejecutivo Federal se negaron a entregar.
“Si nos hubieran dado más tiempo se habría dado mayor difusión y promoción”, atajó.
Indicó que el INE trató de conseguir recursos pecuniarios para hacer una difusión lo más amplia posible y le fueron negados; por lo que se aplicaron sólo 528 millones de pesos, necesarios para ubicar las 57 mil mesas receptoras a nivel nacional.
Uno de los escenarios que se vivió este domingo, fueron urnas semivacias, sin grandes filas y con una emoción muy baja de participación ciudadana en este ejercicio de “Democracia participativa” como fue calificada por los actores políticos.
