Quetta.- Un poderoso terremoto derrumbó al menos una mina de carbón y decenas de casas de barro en el suroeste de Pakistán la madrugada del jueves, matando al menos a 23 personas mientras el número de muertos seguía aumentando. Al menos otras 200 personas resultaron heridas, dijo un funcionario.
Se esperaba que el recuento de muertos aumentara aún más a medida que las cuadrillas buscaran en la remota zona montañosa, dijo Suhail Anwar Shaheen, el comisionado adjunto local.
Al menos cuatro personas murieron cuando se derrumbó la mina de carbón en la que trabajaban, dijo Shaheen, citando a los mineros de carbón de la zona. Hasta 100 casas también se derrumbaron, enterrando a los residentes que dormían en el interior.
En un caso, una madre murió junto con sus dos hijos pequeños cuando su casa se derrumbó, dijo Wali Muhammad, un pariente. Cerca de allí, se encontró el cuerpo de una niña de 8 años debajo de los escombros de su casa.
El epicentro del terremoto de magnitud 5,9 fue a unos 15 kilómetros (9 millas) al noreste de Harnai en la provincia de Baluchistán, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. La medida inicial de la fuerza del terremoto fue de 5,7 grados. Golpeó a unos 9 kilómetros (5,5 millas) por debajo de la superficie de la Tierra; los terremotos menos profundos tienden a causar más daño.
El área, a unos 100 kilómetros (60 millas) de Quetta, la capital provincial, está salpicada de minas de carbón, lo que ha preocupado a Shaheen de que el número de muertos pueda aumentar. Golpeó temprano en la mañana mientras decenas de mineros ya estaban trabajando, dijo.
El ejército de Pakistán se desplegó en la zona del terremoto para transportar por aire a decenas de heridos desde los picos de las montañas. Al menos nueve personas gravemente heridas fueron trasladadas al hospital provincial de Quetta. Los equipos de búsqueda y rescate llegaron a las montañas, dijo un comunicado del ejército.
Ha aumentado la preocupación por decenas de mineros del carbón que podrían quedar atrapados. Las casas yacían sobre montones de barro y paja. Se vio a los habitantes de los pequeños pueblos de montaña deambulando aturdidos entre los escombros.
«Las mujeres, los niños, todo el mundo, corrían aquí y allá», dijo el residente Ghulam Khan. «Estábamos asustados y no sabíamos qué hacer».
Pronto llegaron ambulancias para transportar a los heridos al hospital de Harnai.
Los médicos trataron a los pacientes fuera del hospital mientras las réplicas de magnitud 4.6 continuaban hasta las horas de la mañana. Los niños con vendajes ensangrentados estaban en camillas fuera del hospital mientras las ambulancias traían más heridos.
«Hasta ahora hemos tratado a más de 200 víctimas», dijo Manzoor Ahmed, superintendente médico del hospital del distrito de Harnai. La pequeña instalación rural ha sido gravada al límite, dijo. Se llevaron hasta 15 cuerpos.
A primera hora de la tarde del jueves, se estaban llevando a cabo funerales en pequeñas aldeas que salpican la ladera de la montaña.
La mayor parte de la población de la zona vive en casas de adobe bañadas por el sol, muchas de las cuales se derrumbaron. Los esfuerzos de rescate estaban en marcha, pero Shaheen dijo que tomaría horas llegar a muchas de las áreas más afectadas.
Testigos en el área dijeron que los residentes estaban envueltos en mantas para protegerse del frío, sentados al costado de la carretera esperando que las réplicas amainaran y que llegara ayuda.
La zona es remota y ya las temperaturas nocturnas de otoño son frías.
El sudoeste de Baluchistán de Pakistán se encuentra en una región sísmicamente activa, según la autoridad provincial de gestión de desastres. El peor terremoto, en 1935, destruyó la capital provincial de Baluchistán y mató a más de 35.000 personas. Desde entonces, decenas de terremotos han sacudido la provincia, la menos poblada de Pakistán, con solo 12 millones de personas.
Pakistán es una nación de 220 millones de habitantes, el 60 por ciento de los cuales vive en la provincia oriental de Punjab.
