Quiénes desean ver elegido un nuevo Papa a la brevedad posible deben saber que en algún momento de la Iglesia católica hubo una reunión de cardenales que duró casi tres años para elegir al Pontífice romano.
Entre los años 1268 y 1271 se registró la reunión más larga de la historia para elegir un jerarca de la Iglesia católica; fueron 33 meses en los que los cardenales no se ponían de acuerdo acerca de quién debería ser el líder católico.
Este encuentro tuvo lugar en Viterbo, Italia, del 29 de noviembre de 1268 al 1 de septiembre de 1271. Al final fue elegido Gregorio X.
A raíz de estos hechos, fue él quien promulgó tres años después el Ubi Periculum, la Constitución que, al final del Concilio de Lyon II del año 1274, introdujo por primera vez el término “cónclave”, que significa “lugar cerrado”, para las elecciones posteriores de un nuevo Papa de la Iglesia católica.
La Constitución Apostólica Ubi Periuculm, el pergamino y los sellos de este documento se encuentran en El Vaticano y son el antecedente de la Universi Dominici Gregis, de 1996, promulgada por Juan Pablo II, legislación vigente hoy, para la elección del sucesor del Pontífice romano.
Cardenales presos a pan y agua
Entre los pergaminos de la Ubi Periuculm están los que describen las reuniones de cardenales en Viterbo para elegir al Papa en el siglo XIII.
Tras la muerte de Clemente IV, el 29 de noviembre de 1268, se reunieron 20 cardenales electores, pero la asamblea se vio fragmentada por la oposición entre dos facciones: la francesa, formada en su mayoría por cardenales nombrados por el papa francés Urbano IV, y la italiana, que tenía los números suficientes para impedir que el candidato del grupo francés alcanzara los dos tercios de los votos.
Exasperados por esta situación, los habitantes de Viterbo en el otoño de 1269, encarcelaron a los cardenales en el Palacio Papal de la ciudad y, en junio de 1270, los inconformes derribaron el techo del inmueble para presionar a los purpurados y racionaron a pan y agua a los presos hasta que nombraran un nuevo Papa.
De los 20 cardenales electores, tras estas penurias, después de dos años ya habían muerto cuatro y el número de mitrados para elegir al Papa católico se ubicaba en 16.
Éstos finalmente acordaron celebrar una elección de compromiso: eligieron a seis de ellos con la tarea de acordar el nombre del candidato con el que los demás estarían de acuerdo.
El 1 de septiembre de 1271 tuvo lugar la elección como Papa de Tebaldo Visconti, archidiácono de 61 años en Lieja y aún no ordenado sacerdote, amigo de santo Tomás de Aquino.
Procedente de Palestina, llegó a Viterbo en febrero de 1272, aceptó la elección y tomó el nombre como pontífice romano de Gregorio X.
Con las reglas por él establecidas se promulgó la Constitución Ubi Periculum del 16 de julio de 1274, aprobada en el Concilio de Lyon II, con la cual dos años después fue elegido en 1276 en el primer cónclave conocido como tal Inocencio V.
En ese documento se preveía que, si tres días después de la entrada de los cardenales en el cónclave, la elección del nuevo Papa no había tenido lugar, la consistencia de las comidas a los cardenales se reduciría de dos a un plato durante los cinco días siguientes.
Si después de estos cinco días todavía no habían llegado a la elección, las comidas se reducirían sólo a pan, agua y vino hasta la elección.
También se estableció que durante el cónclave los cardenales no recibirían ningún emolumento de la Cámara Apostólica.
El Papa que duró cinco meses
En 1276 con estas reglas en el primer cónclave fue elegido Pierre de Tarentaise, quien tomó el nombre de Inocencio V y fue el sucesor de Gregorio X, de quien era consejero personal, siendo el primer Papa dominico.
Lamentablemente, Inocencio V fue Pontífice romano sólo cinco meses, del 21 de enero al 22 de junio de 1276, pues murió inesperadamente y de causas desconocidas en Roma.