San Luis Potosí.- Un informe de Ciudadanos Observando, revela que el Presidente Municipal Enrique Galindo, gastó más de 2 millones de pesos para comprar las camionetas que requerían Fernando Chávez, secretario general, y Eduardo Marceleño, director de Comunicación Social.
De acuerdo a lo expuesto en la página oficial de Ciudadanos Observando, la inversión es disfrazada como “arrendamiento”, lo que para la organización ciudadana, “refleja el uso discrecional de recursos para el confort de altos funcionarios”.
Añade que Galindo Ceballos, firmó el contrato DAAS/163/2022 con la empresa Casanova Vallejo, una compañía que fue inhabilitada por vender ambulancias con sobreprecios al IMSS.
El contrato contempló el arrendamiento de 42 vehículos por 27.6 millones de pesos, con una vigencia del 19 de septiembre de 2022 al 10 de septiembre de 2024.
Más adelante, se añade que de acuerdo con una revisión, varios vehículos fueron rentados hasta 57% por encima de su valor comercial, lo que podría representar un daño patrimonial estimado en 15 millones de pesos.
“Un ejemplo claro es el caso de Fernando Chávez, quien utilizó una pick-up JAC Friston GML T8 modelo 2022, por la que el Ayuntamiento pagó 791,136 pesos en arrendamiento. Al término del contrato, el vehículo fue adquirido por 224,100 pesos adicionales, sumando un total de 1,015,236 pesos. Esta unidad, si se hubiese comprado nueva desde el inicio, habría costado 360,000 pesos, lo que implica un sobrecosto de 655,236 pesos”.
Y va más allá: “Situación similar ocurrió con Eduardo Marceleño, quien recibió una JAC Friston GML T6 modelo 2022. Su arrendamiento costó también 791,136 pesos, y fue adquirida posteriormente por 198,225 pesos, alcanzando un gasto total de 989,361 pesos. Su valor real en 2022 era de 345,000 pesos, lo que representa un sobrecosto de 644,361 pesos”.
La organización de Ciudadanos Observando, hace un alto para cuestionarse: ¿Era necesario pagar este arrendamiento costoso para que el director de comunicación disfrutara de una camioneta como esta para sus traslados en la ciudad?
Remata: “Estos dos casos reflejan una práctica de gasto excesivo y opaco, donde el Ayuntamiento optó por fórmulas más caras en lugar de adquisiciones directas, beneficiando a una empresa con antecedentes cuestionables. Mientras tanto, las necesidades ciudadanas siguen sin respuesta y el dinero público se usa para financiar privilegios”.