San Luis Potosí.– El refugio Orquídea Casa de Asistencia Social, uno de los pocos espacios seguros para personas LGBTTTIQ+ en el país, cerrará definitivamente el 28 de noviembre de 2025, ante la falta de recursos económicos y de un espacio permanente para continuar operando.
El anuncio fue hecho por su fundador, Francisco Olvera Herrera, quien confirmó que los usuarios actuales permanecerán en el albergue hasta conseguir empleo y vivienda digna.
Desde su apertura el 2 de febrero de 2022, el Refugio Orquídea ofreció acompañamiento, techo y alimentos a decenas de personas expulsadas de sus hogares por motivos de orientación sexual, identidad de género o pobreza extrema.
Durante casi cuatro años, el refugio se convirtió en un símbolo de esperanza y comunidad, brindando atención integral, contención emocional y una red de apoyo para quienes vivían en riesgo.
“Fuimos más que un albergue, fuimos una familia donde cada persona encontraba amor, respeto y una segunda oportunidad”, expresó Olvera en el comunicado.
El cierre, explicó, obedece a la falta de recursos económicos y la imposibilidad de mantener un espacio digno, a pesar del trabajo constante de voluntarios y donadores.
La organización agradeció el apoyo de voluntarios, donantes y aliados que sostuvieron el proyecto: “Cada comida, cada noche bajo techo y cada sonrisa fue posible gracias a su generosidad”.
Francisco Olvera también dedicó palabras a su madre, Ma. Elena, y a su hermana Maricruz, por su entrega y compromiso diario: “Pusieron su amor en cada platillo servido, en cada gesto de cuidado hacia nuestra comunidad”.
El fundador reconoció que, aunque las puertas del refugio se cierran, el legado de solidaridad y resistencia permanecerá en las vidas que transformaron.
“El impacto que creamos juntos perdurará; el amor y la esperanza que construimos seguirán más allá de las paredes de este espacio”, escribió.
Durante cuatro años, el comedor del refugio no solo sirvió alimentos, sino dignidad, funcionando como punto de encuentro y contención para personas que no tenían a dónde acudir.
“Esta no es una despedida definitiva, sino una pausa en la lucha por el respeto, la inclusión y la vida digna”, subrayó Olvera.
Finalmente, la asociación hizo un llamado urgente a la sociedad civil y a las autoridades locales para apoyar económicamente el cierre ordenado del refugio durante los próximos dos meses.
“El Refugio Orquídea fue una prueba de que el amor puede construir hogar incluso en los lugares más inesperados”, concluyó Olvera.





